Estrés II: Estrés positivo, ¿cómo es posible?

Una vez que ya sabemos qué es estrés y qué  lo diferencia de la ansiedad, en este post hablaré de las dos caras del estrés.

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Estrés I: ¿Qué es realmente esto que siento?

Estrés, ansiedad, angustia,… Es frecuente que en nuestro día a día utilicemos cualquiera de estos términos indistintamente para referirnos al malestar emocional y físico que experimentamos ante situaciones reales o imaginarias que interpretamos de riesgo hacia nuestra salud (mental, emocional, física) o hacia nuestros objetivos.

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Reglas para una buena comunicación en familia libre de WiFi

Cuesta alejarse del móvil, ¿verdad? Parece que sin él ya yo somos nada. Y los niños y adolescentes han crecido viéndolo como un compañero, un juguete, una forma de contactar con amigos, una fuente de información y diversión. Conocen las tecnologías como nadie y demandan su primer dispositivo cuando no llegan a los 10 años. Pero, ¿qué opinas de que el móvil esté tan presente en sus vidas?  ¿Cómo afecta esto a las relaciones en la familia?
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5 hábitos para el éxito

¿Es posible entrenarse para tener éxito? Éxito entendido como alcanzar el resultado deseado, logrando bienestar y satisfacción personales y un cierto nivel de reconocimiento del entorno.

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Los 10 escalones para ir del deseo a la realidad

¿Sientes que ya es el momento para pasar a una nueva etapa? ¿Te parece que estás estancado, aburrido, o que quieres vivir otras realidades?

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¡Ya soy jefe!

Llevabas tiempo deseándolo. Esperabas cada evaluación para ver si ése era el año del ascenso. Pensabas que te lo merecías por tu experiencia y conocimientos. Pues, ¡ya está! Lo has conseguido, ¡enhorabuena! Ya eres jefe.

Te sientes contento y motivado con tu nuevo cargo. Hay una mejora económica que te sirve de estímulo adicional. ¡Qué bien! Y además, ¡hasta tienes despacho! Un espacio para ti solo, libre de ruidos donde concentrarse mejor y recibir a clientes y proveedores. “¡Esto es fantástico!”, piensas.

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¡Silencio, por favor!

Facebook, Twittter, Instagram, Youtube, LinkedIn, Vine, Snapchat.

Email, Whatsapp, Apps, …

Smartphone, tablet, portátil,  PC …

Radio, TV, Spotify…

Llamadas de teléfono, informes, presentaciones, periódicos,…

Un buen listado, ¿no? ¿Te has fijado en la cantidad de información a la que diariamente estamos expuestos? A veces abruma. Recibimos tanta, que resulta difícil analizarla, distinguir la útil de la superflua y tomar decisiones en consecuencia. Esto hasta tiene un nombre: “infoxicación”, información en exceso que lejos de ayudar, intoxica.

Intoxica porque a veces es contradictoria, porque se queda obsoleta rápidamente y porque exige una respuesta casi inmediata. Genera un ruido constante que puede provocar distracción, estrés a tu mente y un alejamiento de lo que verdaderamente es importante para ti. Si sientes que te resulta difícil organizar tu tiempo y priorizar, porque no sabes a qué información atender primero, ¿qué tal si buscas un poco de silencio?

 

Te propongo unos sencillos ejercicios para escapar del ruido exterior y escucharte.

1.- Proponte cada día un objetivo. Escoge un momento de la mañana para reflexionar sobre el tema (o tema) en el que vas a poner tu foco a lo largo del día. Basta con 5 o 10 minutos. Ese tema se convertirá en tu prioridad y sobre el llevarás tu atención.  Cuánto más relacionado esté el tema con tus valores y propósito de vida, más sencillo te resultará estar enfocado porque vivirás en coherencia.

Una vez identificado el tema, escribe en un cuaderno tu objetivo de  la forma más específica posible y lista las tareas concretas relacionadas con él que sí harás ese día. De esta manera ya estarás planificando tu día desde por la mañana. Es importante que las escribas, y no solo que las pienses, porque al escribir das estructura al pensamiento, y el simple hecho de elegir palabras hace que conectes con emociones, imágenes, sensaciones físicas, etc. que te vincularán más con lo que quieres conseguir.

2.- Recuérdate el objetivo. Usa notas, post-its  o lleva contigo pequeños objetos que te hagan regresar al objetivo diario cuando el ruido te envuelva. Si te descubres a ti mismo atrapado por emails, llamadas o leyendo en Internet sobre algo que nada que tiene que ver con tu objetivo, reevalúa, y si tu objetivo de la mañana sigue siendo lo más importante, vuelve al él.

3.- Usa listas. Si a lo largo del día surgen tareas  que se pueden posponer o delegar y que no quieres que se te olviden, anótalas para luego “agendarlas” o encargárselas a alguien. Lo que está escrito ya no está en tu mente haciendo más ruido. Cuando quieras podrás recuperar todo lo apuntado para organizarlo simplemente leyendo tu cuaderno.

4.- Fíjate horarios libres de ruido. ¿Qué tal si apagas el móvil y la TV a ciertas horas? ¿Cómo sería una comida sin estar pendiente de los Whatsapps? Seguro que te sabría mejor. Los padres muy frecuentemente ponen horarios a sus hijos pensando en su salud. ¿Y si piensas un poco en la tuya y dedicas tu tiempo a lo que aporta (objetivo) y no a lo que distrae e intoxica?

5.- Un día cada día.  Prueba a estar presente en el presente. Cuando tu mente se vaya al mañana o al ayer usa tus notas o post-its para recordarte el objetivo de hoy.

6.- Respira. Si tu cuerpo  o tu mente te avisan (no puedes concentrarte, tienes palpitaciones, recibes varias peticiones urgentes a la vez, te ves a ti mismo “perdiendo el tiempo”, etc.) ayúdate de la respiración para calmarlos y volver al silencio. Para ello, cierra los ojos si puedes. Haz varias respiraciones profundas seguidas, y acompaña la exhalación con una ligera sacudida de brazos y hombros mientas visualizas mentalmente esos recordatorios y tu cuaderno con el objetivo del día. Ahí es donde quieres tener el foco, no en otro sitio.

7.- Di que no. Practica fórmulas amables de: “Por favor, no molestar”.

8.- Revisa tus notas, repasa tu día y cierra el cuaderno.  Al final del día, en el momento en que tú elijas, vuelve a dedicar unos minutos a revisar tu objetivo y tus tareas. Tacha lo que ya hayas cumplido y felicítate de por ello. Cierra el cuaderno hasta la mañana siguiente. Recuerda, te fijaste horarios libres de ruido. El cuaderno es una ayuda, no lo conviertas ahora en una nueva distracción. Deja espacio para tu descanso mental.

 

¿Cómo crees que te sentirías si probaras a hacer estos 8 ejercicios durante toda una semana? ¿En qué medida esta rutina te ayudaría a gestionar el tiempo, reducir el estrés y mejorar tu salud?

El historiador británico Thomas Carlyle decía: “El silencio es el elemento en el que se forman todas las cosas grandes”.  Si estás permanentemente envuelto en ruido corres el riesgo de dejar escucharte y que termines moviéndote al ritmo que marcan otros. Para antes de que suceda y decide por ti.

 

Coaching para el Cambio en Madrid

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¿Merece la pena ser perfecto?

La competitividad, las exigencias de un mundo que cambia cada vez más rápido, la incertidumbre sobre el futuro laboral en un contexto de crisis, la presión social por cumplir con ciertos estándares, la importancia de la imagen, etc. son solo algunos ejemplos de las múltiples demandas que sin darnos cuenta recibimos del exterior. Muchas de ellas las “compramos”, las hacemos nuestras sin casi cuestionarlas y nos esforzamos por estar a la altura en diferentes ámbitos: laboral, familiar, social, etc., queriendo dar lo mejor, ser aceptados y reconocidos por el grupo.

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La llama del cambio

En ocasiones nos planteamos cambios en nuestra vida pretendiendo mejorar algún aspecto: relaciones familiares, laborales o afectivas, asertividad, empatía, paciencia, capacidad de escucha, seguridad personal, fuerza de voluntad, etc.

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Deja de quejarte y vive con responsabilidad

“¡Qué horror el tráfico esta mañana! Estaba la carretera completamente atascada. ¡Qué asco de ciudad! Cada día estoy más harta de los coches. ¡¡Ya me han amargado el día!!”

“¡Mi jefe es estúpido! Ahora dice que tenemos que ser más proactivos, que los resultados no se están consiguiendo, que hagamos un esfuerzo más… ¿Y por qué no lo hace él bajándose el sueldo? Me indigna”.

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