Habitualmente dedicamos muchas horas de nuestra vida al trabajo. Desempeñar una labor acorde a nuestros valores, que nos guste, que se nos dé bien y que aporte valor a otros, marca la diferencia entre la realización y la infelicidad.
Si sabes que donde estás no es donde quieres estar, que tu salud física y emocional se están viendo comprometidas, ¿a qué esperas para elegir algo diferente? ¿Acaso a que otros como tu jefe, la empresa o la economía decidan por ti? Si es así, si delegas en otros y no haces nada, ¿qué te hace pensar que tu situación laboral va a cambiar?