Coaching: aprendizaje y acción
De entre las muchas definiciones de coaching que existen, me gusta especialmente la de John Whitmore, uno de los padres del coaching europeo: «Coaching consiste en ayudar a alguien a pensar por sí mismo, a encontrar sus respuestas, a descubrir dentro de sí su potencial, su camino al éxito, sea en los negocios, en las relaciones personales, en el arte, el deporte, el trabajo.»
El coaching tiene múltiples aplicaciones y puede desarrollarse para una persona o para un equipo. Pero su esencia reside en fomentar la conciencia y la responsabilidad del cliente o coachee, y potenciar su acción y compromiso:
Conciencia
Para adquirir un conocimiento de algo a través de la observación, el análisis y la reflexión. La conciencia requiere autoconocimiento.
Responsabilidad
Para elegir entre alternativas, y reconocer y aceptar las consecuencias de las propias decisiones.
Acción
Para ejecutar las alternativas seleccionadas, evaluar los resultados y modificar algo si fuera necesario.
Compromiso
Para potenciar las fortalezas, minimizar las debilidades, superar bloqueos, cambiar creencias limitantes y lograr así el objetivo.
Coaching humanista
En Coaching para el Cambio practico un coaching humanista porque considero que toda persona posee la capacidad inherente de desarrollar sus capacidades para convertir su potencial en realidad.
Esto hace que mi método de trabajo se apoye en los siguientes principios:
- La autorrealización es la tendencia inherente a las personas, es lo que produce la individualidad y el crecimiento personal.
- Los individuos son seres autónomos, incluso dentro de las relaciones. Por eso fomento tu responsabilidad, libertad y capacidad de elección.
- El Coaching para el Cambio busca el bienestar global del la persona: mental, emocional, relacional o de comportamiento, y ahonda en la influencia de estos tres aspectos en la biología para permitir alcanzar un estado completo de bienestar y salud, bien a nivel individual, bien en un equipo u organización.
Facilitación del aprendizaje
Manteniendo mi compromiso con todas las competencias clave de ICF, fomento especialmente la facilitación del aprendizaje en mis clientes para que conozcan cómo sus pensamientos, emociones y comportamientos pueden afectar a su salud y bienestar. En concreto:
- ¡Escúchate! Coaching para el pensamiento.
Observación y análisis de creencias, pensamientos irracionales, procesos de valoración/interpretación de las situaciones, hechos vs opiniones, procesos de toma de decisiones, enfoque en la resolución de conflictos, etc. - ¡Siéntete! Coaching para la emoción.
Reconocimiento emocional, identificación emocional, aceptación de las emociones y regulación emocional, capacidad para reconocer emociones en otros, etc. - ¡Muévete! Coaching para el comportamiento y la acción.
Observación y análisis de auto-sabotajes, hábitos, gestión del tiempo, priorización de tareas, capacidad para delegar, estilos de comunicación, etc.
Por lo tanto, considero que se trata de un coaching holístico que contempla todos los aspectos del individuo o equipo y su interrelación; sabiendo que un cambio en cualquiera de estos aspectos afectará a los otros.
Una reflexión sin acción no provoca cambio. El cambio se produce cuando desde la libertad, el individuo elige y se responsabiliza de sus actos para alcanzar la situación deseada. Por eso mi lema es, si no te gusta dónde estás, ¡Muévete!
Preguntas frecuentes sobre el coaching
El coaching sirve para aprender a pensar por uno mismo, para encontrar respuestas propias, descubrir el potencial interno, liberándose de limitaciones y experimentar en definitiva, un proceso de cambio para pasar de la situación actual a la situación deseada u objetivo.
El coaching se diferencia claramente del mentoring, la asesoría y la terapia psicológica. Como dice el propio John Whitmore: “la tarea del coach no es resolver problemas, enseñar, asesorar, instruir y ni tan siquiera transmitir conocimientos”.
El coaching se focaliza en el futuro, en definir la situación deseada u objetivo y se centra sobre todo en potenciar fortalezas de individuo y en minimizar debilidades para alcanzar ese objetivo, partiendo de las decisiones propias del coachee, no del coach.
El coach no asesora ni da consejos, utiliza la pregunta como herramienta básica para llevar la conciencia del cliente a áreas que suelen quedarse a oscuras.
El coachee se compromete a:
- Querer lograr la situación deseada u objetivo, implicándose en la realización de las acciones que te permitan llegar allí.
- Estar abierto a explorar, analizar y conocerse mejor.
- Estar abierto a compartir los resultados de ese análisis, así como sus emociones, deseos, planes, etc.
El coach se comprometa a:
- Acompañar a su cliente en todo el proceso, motivando cada uno de sus pasos.
- Escucharle activamente sin juzgar, ni opinar, ni dar soluciones.
- Guiarle mediante preguntas y otras herramientas para que explore, se analice y se conozca mejor.
- Fomentar la responsabilidad personal del cliente.
- Mantener la confidencialidad.
Todos los procesos de coaching son confidenciales y las sesiones se desarrollan en un entorno seguro y abierto.